Obviamente que siempre hay un motivo para celebrar la vida, el que me toca es muy especial. Hace poco cuando tuve que ir al hospital de merlo, en la sala de espera pude conocer a un muchacho que me dio una lección de vida. Como suele pasar es de darse alguna conversación entre las personas que allí esperamos. En mi caso justo me toco conversar con EL y desde ahí en mas no podía salir de mi asombro cuando me comento que tuvo un accidente y fue arrastrado por un colectivo y perdió parte de masa encefálica. Al poco tiempo fue operado y ahora disfruta de la vida de la CUAL YO ME QUEJO. Hoy recibo la noticia que mañana viene a mi casa a tomar unos mates. No puedo evitar la emoción de tener un amigo hací. Su vida pendió de un hilo y ahora repuesto totalmente. Cuanta gracia la de DIOS por una causalidad ahora sumo un gran amigo que espero con gran alegría
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