Se esta hacistiendo al gran carnaval de la discriminación y xenofobia. La avenida clase medía esta crispada por el cambio de época que la presidenta anticipo días atrás. Lo sucedido en el último fin de semana habla a las claras que este modelo económico que esta llevando adelante Cristina y con la aprovacion de cerca del 55% de la población que la voto y en esto me incluyo, parece ser que les molesta que allá un cierto equlibrío de la balanza en favor de los que menos tienen. La falta de respeto primero hacía el vicepresidente y luego lo sucedido con el viceministro de economía deja en claro el odio imperante en cierto nivel económico de aquellas personas que se sentían felices en tiempos de vaciamiento y neoliberalismo  de gobiernos pasados. Parece que la palabra solidaridad no se encuentra en sus diccionarios de orientación capitalista. Clase medía que parece haber perdido la memoria que alguna vez ellos también fueron pobres, a no ser que hallan nacido en cuna de ricos, en muchos casos terratenientes como los de la sociedad rural. No pueden aceptar que aquellos que se rompen el culo laborando honestamente toda una vida se le reconozca derechos auténticos. La clase obrera se ve tironeada por los grandes especuladores de turno que odían este rumbo económico y que no les va mal, sino que la igualdad y la equidad les duele porque no están acostumbrados a ello. Y también están aquellos consumistas de lecturas de productos de monopolios, como todo lo que hace el GRUPO CLARINETE, y que ellos siguen sus directivas y como si fueran analfabetos se suben al carro de lo procaz y violencia XENÓFOBA  que se vive a diario. Un año de elecciones donde muchos tienen miedo de perder sus bancas y hacen alianzas muy extrañas con tal de poder desmadrar el sistema o rumbo económico y social en el cual estamos. Esta gente que no admite que los que menos tienen puedan acceder a cierta calidad de vida mejor de lo que se encontraba. Mantenernos calmos y no entrar en su juego depende de nosotros los que apollamos este modelo de país.